07 abril 2009

Semana Santa. Ritos y Creencias*

(* Título digno de encabezar un reportaje de cuarta de un periódico de cuarta sobre la semana santa; reportaje que por cierto, estaría plagado de clichés.)

Cuando era niña recuerdo que me gustaba la semana santa por la simple razón que significaba dos semanas de vacaciones; dos semanas santas llenas de euforia infantil; euforia infantil que terminaba en terrible aburrimiento; aburrimiento que se convertía en dramas por no querer volver a la escuela.

Debo reconocer que, como niña criada en colegios católicos, seguía ciertos ritos de la semana santa: como bailar alrededor de una hoguera y sacrificar gallinas y becerros a la luz de la luna. Okei, creo que esos no son los ritos que se hacen en semana santa, pero todos son más o menos iguales. El punto es que antes tenía cierto temor de dios inculcado por las monjas de la escuela que a cada rato nos decían que nos íbamos a ir al infierno; así que antes seguía todos esos rituales santos con tal de no condenar mi alma.

Pero uno crece y la educación que uno recibe de los colegios católicos pasa a segundo plano para dar paso a la mejor educación de todas: la televisión. Mi sensei Homero Simpson dijo alguna vez:

Pero Marge, si estamos en la religión equivocada, sólo estaremos enfadando más a dios cada domingo.

Sabias palabras. Por eso todas las cosas religiosas ya no me importan. Con el paso del tiempo uno va perdiendo la fe en lo que antes consideraba "sagrado". Encontré respuestas en otras filosofías como las del gordito simpático al que llaman Buda. Fue así como fui armando mi propia religión a manera de rompecabezas: con algunos preceptos budistas, partes del corán, dos pizcas de judaísmo, algo de tantra que nunca debe faltar y unos cuantos versos hinduistas. No me considero una persona atea, prefiero estar bien con todos los dioses por si alguno de ellos es el bueno.

Jebús, Alá, Buda...los amo a todos.

2 comentarios:

Gade Herrera dijo...

Jebus es la neta...

Saludos,

El R. dijo...

Te faltó mencionar a Superman. Él siempre está ahí para protegernos... y para vigilar que Luisa Lane no le ponga el cuerno con Batman.

Ay nos vidrios Triquis. Nos hermana la devoción por los Simpson. Por eso me caes bien.