Pues ando tristeando y llorando por las tres calles que hay en Querétaro (bueno en realidad son cinco) y la razón es porque uno de mis drugos* dejó el clan de los drugos.
Pues sí, resulta que
mi droogie friend Lilí se fue para mi tierra natal a comer tortas de tamal y a rolarla por allá; yo le dije que la publicidad ya no era onda pero no me hizo caso (bueno, está bien, acepto que la publicidad es lo de hoy, sobre todo porque siempre me he imaginado a los grandes publicistas comiendo comida china en cajitas blancas y ¡ah que rica es la comida china en cajitas blancas!) el chiste es que ella ya anda por allá y le deseo la mejor de las suertes.
Quería hacer un post mega azotado que mostrara lo triste que me siento porque la droogie ya no está por estos lares. Pero la azotadez pública nunca ha ido conmigo; sin embargo, quiero que quede asentado que siento mucha mucha nostálgia, snif.
Así que como todo buen nostálgico vivo de mis recuerdos: no recuerdo cómo le empecé a hablar a Lilí, quizá fue en alguna junta de AA o quizá fue porque íbamos en el mismo salón, la verdad es que por más que lo intento no puedo recordar nuestro primer encuentro, ni nuestro primer diálogo, claro, de seguro platicamos de algo en suma interesante como lo solemos hacer. El chiste es que de ser compañeras pasamos a ser amigas para después ser droogies.
Y aquí un montón de recuerdos vienen a mi mente, como nuestro clan de las perras del mal (que luego pasó a ser de las perlas del mar, para que no se escuchara tan feo, porque antes que todo somos señoritas decentes...pffft) innumerables pedas en innumerables lugares siempre acompañadas de alcohol, crevezas y calimochos; tardes enteras viendo películas, horas y horas de plática vía messenger, idas al cine dónde rompíamos las reglas al meter bebidas alcohólicas, caminatas a la parada del camión, borracheras colosales, gustos musicales compartidos, conversaciones interesantísimas que giraban en torno a temas tan profundos como qué actor era el más guapo del universo...en fin, hay tantos momentos que podría mencionar pero me da flojera escribirlos.
A lilí le debo muchas cosas (aparte de las drogas y el dinero que me prestó) gracias a ella tengo un blog que me da de comer (un momento, este blog no me ha dado de comer nunca, chale) por ella conozco muchas cosas de cine y de música que antes no conocía, y también gracias a ella conocí a personas bien chidas como Fany.
Me da tristeza porque ya no la vamos a ver tan seguido y ya no podremos hacer las cosas interesantísimas que solíamos hacer. Pero por otra parte me siento muy feliz porque sé que le va a ir muy bien y porque sé que siempre vamos a ser amigas, que digo amigas, Drooogies forever and ever.
Y ya. Creo que este es mi post más ñoño no obstante el más sincero que he hecho.

En esta imagen se puede ver lo buenas amigas que somos (la de en medio es otra de mis grandes amigas: Verito)
*Referencia de la película Naranja Mecánica, sino la ha visto tírese a un pozo.