11 junio 2008

Se acabó, y que el último apague la luz

Pues ya se acabó la Universidad. Todos mis años de estudio (ajá), de desveladas, de trabajos al vapor, de riñas con maestros, de trabajos bien hechos (hay que aceptarlo, no todo fue mediocridad), de tareas en equipo, de fiestas salvajes, de debates que no llegan a nada, de odios al sistema, de odios a la humanidad...se reducen a la entrega de un papel que no significa nada más que eso, un papel. Porque al final de cuentas mi esfuerzo no está en ese papel, sino en las ojeras que se me hicieron en estos cuatro años y que ya no me las puedo quitar con nada.


Odio que la nostalgia se apoderé de mí, no va con mi imagen (doble ajá), pero ahora es lo que siento: nostalgia por lo que ya nunca volverá a ser. Porque quizá ya pasaron los mejores años de mi vida y ni cuenta me di, ni los sentí.


Siempre me la vivo peleándome con todos, el mundo y yo vivimos en una riña constante; pero sé que tarde o temprano extrañaré a mis compañeros y los momentos que pasé con ellos en la universidad, pero no con ese sentimiento ñoño y cursi que tanto detesto, sino como quien añora el pasado ante la incertidumbre del futuro.


Ah, y también extrañaré el inmobiliario, que tanto confort me brindó...ajá.


La tele donde tantos profes se golpearon en la cabeza (idiotas) dándonos momentos de alegría.


Las sillas y las mesas: gracias a ellas mi quiropráctico tiene chamba.

Extrañaré a mi salón, sobre todo cuando lo usábamos como bar y lugar de mala muerte.
Y ya, que el último apague la luz (amo esa frase).

3 comentarios:

Taquero Narcosatánico dijo...

Y seguro te hicieron tomarte una fotito cagada con toga y (creo que así se escribe) virrete... y ni siquiera te dejaron aventarlo porque "eso es de la tele gringa"... y la foto con toga y (again) virrete no?

Chale, felicidades por salir de la escuela... lloremos...

Gade Herrera dijo...

Bienvenida a la búsqueda de chamba..

Saludos y felicidades.

Lilián dijo...

¡Oooooh! Post profundísimo y ultra-gracioso.

Sobre todo la parte MUY CIERTA donde mencionas que los maestros zopencos siempre se golpeaban la cabezota con la tele.



Snif.









Nah. Jódanse.