Porque yo también puedo ser cool

Sí señor, yo también puedo ir a antros fresas y salir airosa. Debo aclarar, los antros están en mi lista de las 20 000 cosas que odio y me atrevería a decir que están entre los 10 primeros lugares, así de grande es mi odio por esos lugares. Pero ayer me sentía con el suficiente ánimo de ser cool y aventurarme a ir a un antro y convivir con personas cool y pasarla muy cool.

Mis amigas y yo fuimos a La mulata (punto para el que se le ocurrió un nombre tan bueno, pffft) un antro en el centro de esta noble ciudad. Para empezar tuvimos que esperar hasta que el cadenero, después de pensarlo mucho, se convenciera de nuestra existencia. Después nos pidieron nuestra credencial de elector (por favor si soy mas vieja que los cerros...bueno quizá exagero) y después de comprobar que no eran falsas nos dejó pasar. En la entrada estaba un sujeto vestido de conejo quesque porque era pascua y bla bla bla, cuando me quiso abrazar a mí le dije que no, que mi religión me lo prohibía.

-¿no celebras la pascua?- me dijo

-no, no celebro la estupidez. (jijiji pobre conejo, tan buena gente él)

Y aquí una regla muy básica: 13 personas no pueden caber en una mesa para cuatro, es técnicamente imposible; pero como el encargado de las reservaciones es dios él puede hacer que lo imposible sea posible. Casi todo el tiempo estuvimos paradas, pero ya con el alcohol corriendo por nuestras venas eso no nos importó. Así transcurrió la noche, vaso tras vaso, caballito tras caballito, cigarro tras cigarro...bebimos como si no hubiera un mañana, pero si lo hubo, cuando nos trajeron la cuenta deseamos no haber bebido tanto. Chale.

Pero rápidamente hicimos gala de nuestras técnicas baratas de ligar para pagara la cuenta, que consisten en ligar a quién se deje con tal de bajarle dinero para pagar la deuda alcohólica. Ya cuando sólo nos faltaban 100 pesos no nos quedó de otra que ligarnos al mesero (que no estaba nada mal) y demostramos una vez más que el ligue chafa sí funciona. Y salimos triunfantes y llenas de vida; eso si con menos dinero y neuronas.

Pero fue la prueba de que hasta yo puedo dejar por un rato mis odios y tratar de encajar en el mundo cool.

No se asusten, mi odio sigue latente como queda demostrado en la siguiente fotografía:

Estoy tomando pero eso no disminuye mi odio