11 octubre 2007

Dolor

Recuerdo que en alguna ocasión escuché que había una leyenda china que dice que cuando nacemos estamos atados por un hilo invisible a la persona que será nuestra alma gemela; así que no importa a dónde vayamos o qué caminos tomemos, tarde o temprano ese hilo nos conducirá con nuestro verdadero amor.
Creí que había encontrado a mi alma gemela, hasta juraba ver el hilo uniéndonos, pero resulta que ese hilo se rompió; y como todos sabemos, los hilos no se vuelven a juntar. Ante tal dolor es mejor el silencio; ese silencio en el que todo cabe...y a la vez nada.
Simplemente hay que guardar silencio...callar precisamente aquello que quieres gritar.
Mi hilo no sirvió, ni modo, así son los chinos.

6 comentarios:

Chilangelina dijo...

No es que no sirviera, es que era un hilo espurio. A mi me paso dos veces antes de encontrar al hilo legitimo.
Pero mira, hay algo importante aqui: el dolorcito es una inversion; cuando sales de el, sales mas fuerte.
Un abracito, de mientras.

Taquero Narcosatánico dijo...

Si cierto lo que dice la chilanga angelína (odio comentar después de ella, siempre opaca comentarios).

Saludotes y suerte.

gabriel dijo...

en mi caso: un mecate.

Anónimo dijo...

Eso del hilo, bien lo dice su origen, es un cuento chino.

Yo por eso sólo creo en el hilo dental... de las tangas.

Ánimo y a beber.




(Mis consejos no me los creo nunca)

Ideas Nuevas dijo...

Bueno pero es que hay diferentes tipos de hilos, a lo mejor te confundiste... Suerte para la próxima. Buen Blog

Ricardo Arce dijo...

Simón, ah de ser chino, yo tuve uno y ya no busco otro desde entonces.

Mejor me hago nudos en mis labios.