Recuerdo que en alguna ocasión escuché que había una leyenda china que dice que cuando nacemos estamos atados por un hilo invisible a la persona que será nuestra alma gemela; así que no importa a dónde vayamos o qué caminos tomemos, tarde o temprano ese hilo nos conducirá con nuestro verdadero amor.
Creí que había encontrado a mi alma gemela, hasta juraba ver el hilo uniéndonos, pero resulta que ese hilo se rompió; y como todos sabemos, los hilos no se vuelven a juntar. Ante tal dolor es mejor el silencio; ese silencio en el que todo cabe...y a la vez nada.
Simplemente hay que guardar silencio...callar precisamente aquello que quieres gritar.
Mi hilo no sirvió, ni modo, así son los chinos.
6 comentarios:
No es que no sirviera, es que era un hilo espurio. A mi me paso dos veces antes de encontrar al hilo legitimo.
Pero mira, hay algo importante aqui: el dolorcito es una inversion; cuando sales de el, sales mas fuerte.
Un abracito, de mientras.
Si cierto lo que dice la chilanga angelína (odio comentar después de ella, siempre opaca comentarios).
Saludotes y suerte.
en mi caso: un mecate.
Eso del hilo, bien lo dice su origen, es un cuento chino.
Yo por eso sólo creo en el hilo dental... de las tangas.
Ánimo y a beber.
(Mis consejos no me los creo nunca)
Bueno pero es que hay diferentes tipos de hilos, a lo mejor te confundiste... Suerte para la próxima. Buen Blog
Simón, ah de ser chino, yo tuve uno y ya no busco otro desde entonces.
Mejor me hago nudos en mis labios.
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